El reflujo gastroesofágico es una enfermedad muy común a nivel mundial, se estima que entre el 50 al 60% de la población lo padece y en algunos casos puede ser tan severo que produce neumonía (infección en los pulmones) o cáncer de esófago y garganta.
Al inicio cuando el reflujo es leve y no hay hernia de hiato usualmente se indica tratamiento médico con antiácidos y cambios en hábitos alimentarios, incluso en modificación de la posición para dormir pero cuando todo esto no ha funcionado entonces se realiza la cirugía.
Al inicio cuando el reflujo es leve y no hay hernia de hiato usualmente se indica tratamiento médico con antiácidos y cambios en hábitos alimentarios, incluso en modificación de la posición para dormir pero cuando todo esto no ha funcionado entonces se realiza la cirugía.
La cirugía antirreflujo consiste en reforzar el esfínter inferior del esófago que es el que se contrae para que el ácido no regurgite hacia el esófago, para ello se enrolla la porción superior del estómago (fondo gástrico) sobre el esófago creando una “envoltura” (wrap), esta envoltura se conoce como “Funduplicatura”.
Existen diferentes tipos de funduplicatura, desde la que enrolla por completo el fondo gástrico como las que se realizan de manera parcial. Para definir qué tipo de cirugía es la que aplica al paciente deben realizarse varios estudios.
Existen diferentes tipos de funduplicatura, desde la que enrolla por completo el fondo gástrico como las que se realizan de manera parcial. Para definir qué tipo de cirugía es la que aplica al paciente deben realizarse varios estudios.
La cirugía se realiza por mínima invasión (laparoscopía) lo cual implica pequeñas heridas, menos dolor, menor sangrado y pronta recuperación.